Amateurismo y profesionalidad
Es evidente que, para ser
competitivos en el deporte de alto nivel, los atletas necesitan asistencia
financiera. La palabra “AMATEUR” que predominaba el siglo pasado ha desaparecido ya
no existe para el deporte de alta competencia.
Actualmente, la situación tiende
a la profesionalidad, tanto en términos monetarios como de entrenamiento a
tiempo completo. Los entrenadores, administradores y atletas de alto nivel
trabajan a tiempo completo y reciben distintos medios de apoyo de parte de los
gobiernos, de su asociación o de los patrocinadores. Algunos incluso reciben
premios en especie por su presencia y sus actuaciones.
El “atleta comercial”
Los deportistas de élite deben
abordar el deporte de manera profesional; es lo que se exige actualmente.
Algunos se entrenan a tiempo completo, mientras que muchos deben pedir un
periodo ampliado de permiso en el trabajo a fin de prepararse para las
competiciones importantes. Se podría decir que hemos pasado del deportista
aficionado al profesional, aunque ya está surgiendo un nuevo tipo de deportista
profesional: el “atleta comercial”.
Los atletas comerciales suelen
ser atletas con talento que tienen un gran éxito entre el público, que reciben
una gran cobertura mediática y que pueden generar ingresos significativos tanto
dentro como fuera del ámbito deportivo. Los atletas comerciales son el
resultado de los eventos deportivos y de una buena gestión. Este nuevo tipo de
atletas se limita a unos pocos deportes pero, debido a la creciente exposición
mediática de muchos deportes “menores”, las influencias comerciales pronto
serán una realidad para muchos más.
Los atletas
comerciales sufren una presión adicional en los Juegos Olímpicos, ya de por sí
estresantes. Pueden tener problemas y querer que sus entrenadores, su
organización o su misión olímpica los resuelvan. Estos problemas pueden estar
relacionados con los medios de comunicación, los patrocinadores o sus agentes,
que exigen cada vez más tiempo y energía al atleta.
El COI tiene sus propios
asociados olímpicos mundiales, que pagan para recibir los derechos exclusivos
sobre los emblemas de los Juegos. Cada CON tiene sus patrocinadores, que pagan
para recibir los derechos exclusivos que permitirán que su producto sea el producto
oficial del equipo olímpico.
El punto 2.3 del texto de
aplicación de las Normas 27 y 28 de la Carta Olímpica (2013), establece que: “[Los
CON] tienen la competencia única y exclusiva de decidir y determinar la ropa,
los uniformes y el material que han de utilizar los componentes de sus
delegaciones con motivo de los Juegos Olímpicos y de todas las competiciones y
actos relacionados con los mismos.
Los responsables de
los equipos deportivos tienen una labor muy importante que desempeñar. Deben
ser conscientes de todas estas cuestiones y presiones, y aplicar una política
justa y coherente para todo el equipo, y no únicamente para los miembros
“comerciales”. Pero lo más importante es la comunicación. Muchos CON exigen
actualmente que los miembros potenciales del equipo olímpico firmen un contrato
que establezca, entre otras cosas, que los atletas no consumen sustancias
dopantes, que se regirán por el código de conducta del equipo y que llevaran
las prendas de vestir del equipo cuando la situación lo requiera.
Fuente: Manual de Administración
Deportiva. COI 2014.
E S G R I M A P E R U